jueves, 5 de mayo de 2011

Philosophy of manufactures

Dice Andrew Ure (1778-1857) , Doctor, Químico y Profesor Escocés, en su Philosophy of Manufactures (Or an exposition of the scientific, moral, and commercial economy of the factory system of Great Britain/ 1835), que la Manufactura es una palabra, que en la visicitud del lenguaje, inversa a su significado intrínseco- la denotación extensiva de cualquier producto del arte, hecho por maquinaria, con poca o ninguna ayuda de la mano del hombre... De tal suerte que la manufactura más perfecta es aquella que no depende de manera alguna de labor manual....Siendo el fin de ésta, la modificación de la textura, forma o composición de objetos naturales por fuerzas mecánicas o químicas, actuando separadamente, combinadamente, o en sucesión...

Para Andrew, el término Fábrica, en tecnología, designa "la operación combinada de diversas órdenes de trabajo-persona, tanto adultos como jóvenes, atendiendo con asidua habilidad un sistema de máquinas productivas propulsadas continuamente por una fuerza central... un vasto automatón, compuesto de diversos órganos mecánicos e intelectuales, que actúan en ininterrumpido concierto  para la producción de un objeto común, y todos ellos subordinados a una fuerza móvil autoregulada".

Considerando la época en que Ure fué contemporáneo (los albores de la revolución industrial donde la mayoría de las fábricas eran telares y molinos de trigo), la definición que brinda sin duda sienta un sólido precedente sobre el que se puede estructurar la teoría que me importa. Uno podría pensar, dado el posterior auge que tuvo el infamoso Taylorismo, La Cuestión Social no hubiera sido siquiera tema de trato en el discurso de Ure, sin embargo, apunta que si bien este sistema es no propiamente un paso inevitable en el progreso social del mundo, sí uno que pueda dar una estación comandante e influencia a las personas que de manera más resoluta lo tomasen; que no hace a ningún hombre, mucho menos un habitante de esta "favorecida" tierra, el vilificar la autoría de una benefacción (en este caso, la Fábrica), la cual sabiamente administrada, podría convertirse en el mejor don temporal de Providencia para los pobres, y una bendición destinada a mitigar, y en cierta medida a revocar, la "maldición" primitiva pronunciada sobre el trabajo del hombre, ("Ganarás el pan con el sudor de tu frente")... Y en el contexto también prístino de el lugar que el hombre ocupa en la empresa, explica Ure que "Los constantes esfuerzos y efectos de las mejoras científicas en la manufactura son filantrópicas, en cuanto tienden a aliviar a los obreros tanto con las bondades del ajuste que el cansancio tiene en su mente y la fatiga en sus ojos, así como de el doloroso esfuerzo repetitivo del trabajo, que desgasta y acaba con su cuerpo (frame)".
Bien pudiesen afirmar bastantes personas, que tales afirmaciones resultan hoy en día obsoletas, mas yo no me atrevería a cuestionar en lo absoluto lo vigente que siguen siendo como condiciones operativas generales, al menos en una enorme mayoría de Fábricas, y lo he podido constatar de viva voz. Por ello no puedo pensar más que en un punto de partida que desde hace ya 176 años (!) se mantiene sin cambios como modelo de organización industrial y de gestión de empresa en general.
Dejo en base a esto sentado el Framework que nos ocupa, y lo cierro con palabras de Carlos Llano: "La flexibilidad de la empersa, de cara al acelerado cambio de las oportunidades, hace que se parezca cada vez menos a una máquina- con ese particular automatismo y rigidez en que quedó sumida por los principios de la mal llamada "administración científica"- para asemejarse más no ya a un organismo meramente vivo, sino a un organismo humano, al estar compuesto de hombres que actúan en ella haciendo ininterrumpido uso de su inteligencia y de su libertad".... (La Acción Directiva, 1978)

Santiago de Querétaro,
Mayo de 2011.